Sin historial - Lissa D'Angelo

Título original: Sin historial

Año: 2013
Editorial: Seleer

Traductor: --
Páginas: 244
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Sin historial es una novela distópica en la que las mentes de la gente son formateadas cada veinticuatro horas eliminando los recuerdos de ese día. Al llegar las doce de la noche todos olvidan salvo nuestra protagonista.

Además, las mujeres viven en un extraño complejo llamado La Grata donde les enseñan lo monstruosos y peligrosos que eran los hombres y también que ellos están extintos, pero... ¿es eso cierto?

Sin historial parte de una premisa muy interesante y con todos los ingredientes para ser una digna distopía juvenil. Pero todo se tuerce en el camino. El único punto que acabé encontrando a su favor es que la protagonista no es el típico personaje decidido cuyos planes salen siempre bien y que a pesar de estar en peligro siempre consigue zafarse sin un rasguño.

La historia comienza describiendo la vida en La Grata y el borrado de memoria y como es común que pase en novelas de este género cuesta un poco adentrarse en el mundo que la autora describe. El problema llegó cuando, una vez superada esa barrera, seguí sin ser capaz de conectar en ningún momento con nada de esta historia. Y, ¿qué fue lo que me lo impidió? Sin duda la desconcertante e intermitente ignorancia de la protagonista.

Entiendo (y me parece un punto a su favor) que la autora tenga en cuenta que una persona que vive toda su vida encerrada en un complejo en el que además no se preocupan excesivamente de su educación porque, a fin de cuentas, van a olvidar lo que han vivido las últimas veinticuatro horas tiene que tener muchísimas lagunas en su conocimiento. Pero creo que no ha sabido reflejarlo correctamente.

¿Cómo puede una persona saber que los gatos existen pero no tener ni una mínima noción de su aspecto hasta el punto de conocer a un hombre y creer que es un gato? ¿O ver una serpiente y creer que es un hombre? Todo esto, que le ocurre a la protagonista al principio de la historia, ya me pareció en sí bastante surrealista. Pero esas discrepancias en la lógica de lo que sabe o no sabe la protagonista no hacen más que ser cada vez más rocambolescas.

Tanto es así que la protagonista después de mostrar durante toda la novela un nivel tan alto de desconocimiento sobre sexo y órganos reproductores (recordemos que es incapaz de reconocer un hombre cuando lo ve) y poco después de haber visto la abultada entrepierna de su compañero de fatigas y creer que es un tumor, se horroriza al conocer la historia de una mujer violada porque sí sabe lo que es una violación. Este es sólo uno de los ejemplos más claros, pero hay más discrepancias que no comentaré para no hacer spoilers.

Una mínima lógica dentro del mundo de ficción es fundamental en cualquier historia. En esta no la he encontrado y por eso no he podido disfrutar la novela.


A mí no me ha gustado, de hecho esta es la puntuación más baja que he dado nunca en el blog, pero sé que hay gente a la que este libro le ha encantado. Sin ir más lejos, este fue mi regalo/recomendación de Angélica, mi Amiga Invisible Follonera.

Esta lectura está patrocinada por Folloner@s Club. Si no lo conoces, ¿a qué esperas para echarle un vistazo pinchando en el banner?