Un mundo feliz - Aldous Huxley

Título original: Brave New World
Año: 1932
Editorial: DeBolsillo

Traductor: Ramón Hernández
Páginas: 255
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Un mundo feliz es un clásico de la literatura de este siglo. Con ironía mordiente, el genial autor inglés plasma una sombría metáfora sobre el futuro, muchas de cuyas previsiones se han materializado, acelerada e inquietantemente, en los últimos años. La novela describe un mundo en el que finalmente se han cumplido los peores vaticinios: triunfan los dioses del consumo y la comodidad, y el orbe se organiza en diez zonas en apariencia seguras y estables. Sin embargo, este mundo ha sacrificado valores humanos esenciales, y sus habitantes son procreados in vitro a imagen y semejanza de una cadena de montaje.

Un mundo feliz es una distopía clásica al más puro estilo 1984 o La máquina del tiempo. Aldous Huxley traslada al lector a un futuro en el que la sociedad funciona como un máquina bien engrasada. Las personas ya no nacen sino que son creadas en tanques y probetas y desde que son simples embriones se comienza a alterar su naturaleza según el trabajo que vaya a tener una vez convertido en adulto. También durante la infancia (y el resto de su vida) será condicionado para desarrollar una personalidad determinada y para que aborrezca lo que las autoridades consideran despreciable o poco útil. De esta manera se consigue que todos tengan un pensamiento común y que por lo tanto no haya guerras ni ningún tipo de conflicto.

En un principio puede parecer maravilloso. Un mundo en el que todo el mundo es feliz con su trabajo, sin guerras, sin apenas enfermedades, en el que la gente se mantiene joven hasta morir. Pero lo cierto es que para conseguir todo eso la humanidad ha tenido que renunciar a mucho: religión, familia, arte, amor...

El atractivo de esta historia más que en los personajes o en lo que ocurra con ellos es la descripción de este mundo tan curioso que Huxley crea en la novela y que en muchos aspectos no está tan alejado de la realidad. Un mundo feliz es una especie de caricatura aterradora de lo que puede llegar a ser la sociedad humana.

Para presentar al lector ese mundo que ha creado el autor se vale de Bernard Marx, un hombre que siempre se ha sentido diferente y sobre el que pesa la sospecha de que algo no salió del todo bien en la cadena cuando fue creado. Tiene unos gustos extraños y una forma de ver la vida completamente diferente a los demás y esto le acarrea muchos problemas. En su búsqueda de aquello que la civilización ha descartado hace años, Bernard hace un descubrimiento que cambia por completo su vida y la de las personas que lo rodean.

A grandes rasgos es un libro que me ha gustado y que ha cumplido su propósito principal, hacer reflexionar al lector sobre ciertos aspectos. Aún así la historia en sí de los personajes se me hizo demasiado corta y apresurada y creo que se le podría haber sacado más partido. Especialmente al choque cultural entre las personas "civilizadas" y los "salvajes". La idea me resulta tan interesante que preferiría que el libro tuviera 500 páginas en lugar de 250.