Príncipes de Irlanda - Edward Rutherfurd [Saga de Dublín #1]

Título original: The Princes of Ireland
Año: 2003
Editorial: Roca Editorial

Traductor: Montserrat Gurguí y Hernán Sabaté
Páginas: 792
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Al igual que en otras novelas de Edward Rutherfurd, en Príncipes de Irlanda el autor narra la historia de varios miembros de distintas familias a lo largo del tiempo para dar a conocer la historia del lugar en el que viven, en este caso Irlanda. Edward Rutherfurd se centra principalmente en Dublín y alrededores y llega en esta primera novela hasta el siglo XVI, mientras que el resto se cuenta en la segunda entrega: Rebeldes de Irlanda.

Ya había leído otros libros del autor, todos de este género y estilo, como París, Rusia o Londres que son tomos únicos y la diferencia entre ellos y Príncipes de Irlanda es patente. Al dividir la historia del lugar en dos libros el autor tiene más tiempo para contar lo que quiere y por eso conocemos más profundamente y de una forma más prolongada en el tiempo las vidas de los personajes.

Precisamente el conocer mejor a los personajes hace que éstos cobren más peso restándoselo a la ciudad. Si en los otros casos la ciudad en cuestión era la protagonista y personaje principal, en este caso la novela es coral y todos tienen su importancia en la novela.

Esta forma de contar la historia de un lugar hace que te quedes con la sensación de que no has leído un libro de casi 800 páginas, sino varios libros mucho más cortos. Me gustaría hablar un poco de cada una de las historias que se cuentan: la ambientada en el siglo III, en el X, el XII, etc. pero la reseña se haría eterna así que me limitaré a decir que mi favorita es la primera, en la que San Patricio y la religión católica todavía no habían llegado a la isla y los druidas eran los dirigentes espirituales, y políticos, de la población.

Irlanda es un lugar increíble, y este libro ayuda a conocer y a entender mucho mejor su historia sin dejar de ser una novela que cuenta sucesos interesantes en la vida de unos personajes, muchos de ellos reales, de una forma ágil, adictiva y fácil de entender.