¿Qué es real y qué no en El fantasma de la Ópera? | Curiosidades #4

El autor de esta obra no se cansa de repetir una y otra vez a lo largo del libro que la historia que cuenta es verdadera a pesar de lo que la mayoría de la gente cree y que El Fantasma realmente existió. Ante la insistencia del autor, convencerse o no de que esto es cierto es un acto de fe, pero es verdad que hay elementos completamente reales en la historia de Gaston Leroux.

El fantasma de la Ópera es una obra publicada por primera vez en 1909 que cuenta la historia de un fantasma que habita en la ópera de París y además de atosigar a los directores y trabajadores se convierte en mentor de una joven cantante, Christine Daaé. Se cree que el personaje de esta joven está basado en la diva sueca Christina Nilsson.

Podría decirse que el edificio es a lo largo de la historia casi como un personaje más. Actualmente la Ópera Nacional París Garnier puede visitarse como lugar turístico y sólo los espectáculos de ballet se representan en ella, el resto se han trasladado a la moderna Ópera de La Bastilla. El edificio que nos ocupa es el diseñado por Charles Garnier ante el encargo de Napoleón III.

Su construcción comenzó en 1862 pero no se completó hasta 1875 debido a la guerra contra Prusia en la que estaba envuelta Francia, al levantamiento popular que la siguió y sobre todo, al descubrimiento de un lago subterráneo donde debería levantarse la nueva ópera. Ante los infructuosos intentos de drenar el lago, se construyó una especie de tanque que estanca el agua y evita que surja más. Además, el peso del propio estanque ayuda a estabilizar el edificio. Muchos creen cuando leen la novela que el lago subterráneo que sirve de guarida al fantasma es inventado, pero no. Gaston Leroux conocía y estudió muy bien el edificio y aprovechó ese lago para su historia. Hoy en día no puede visitarse, pero los bomberos parisinos lo utilizan para entrenar rescates en medios acuáticos y también sirve de hogar a un bagre blanco, un tipo de pez, que es alimentado por el personal de mantenimiento de la ópera.

En el prólogo de la novela, se cuenta que al enterrar unas grabaciones en los sótanos de la ópera en lo que hoy conocemos como una 'cápsula del tiempo' se descubrió un cuerpo enterrado. Supuestamente el cuerpo del fantasma. Pues bien, es cierto que en 1908 se extendió por París el rumor de que un cuerpo enmascarado y con un anillo de oro había sido encontrado en los subterráneos del edificio. No puede asegurarse nada al respecto, pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que un año antes de la aparición de este rumor, es decir en 1907, se enterraron 24 grabaciones con el fin de que fueran desenterradas cien años después. Estas grabaciones recuperadas en 2007 se conocen como Les Urnes de l'Opéra.

Si pincháis en el link anterior podéis escuchar en youtube las grabaciones

A pesar de todo esto, todavía queda un hecho más que sirvió de inspiración al escritor. En un momento dado de la novela, la lámpara de la sala principal cae matando a una persona del público y el fantasma crea con ello una distracción que aprovecha para llevar a cabo sus planes. Realmente hubo un muerto debido a la lámpara pero no fue un espectador sino un obrero. En 1896, el contrapeso de la enorme lámpara cayó matando a un trabajador.


Hoy en día, nadie cree que la historia escrita por Gaston Leroux sea cierta, pero El fantasma de la Ópera todavía es acusado cada vez que ocurre algo extraño en el edificio. Lo único que podemos decir sin temor a equivocarnos es que este edificio es impresionante, tanto por fuera como por dentro, y que merece la pena visitarlo.