La naranja mecánica - Anthony Burgess

Título original: A Clockwork Orange
Año: 1962
Editorial: Siruela

Traductor: Aníbal Leal y Ana Quijada
Páginas: 194
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Alex es un joven que junto a sus amigos o drugos, como él los llama, adora sembrar el caos y la violencia allá por donde va. No es algo extraño, vive en un mundo inseguro y cruel en el que la ultraviolencia y el vandalismo son diversiones extendidas entre los adolescentes. La vida de Alex, sin embargo, no es nada común y en La naranja mecánica nos cuenta su historia desde su punto de vista particular y comparte con el lector vivencias y reflexiones.

A pesar de que el gran público conozca más la película de Stanley Kubrik que la novela de Anthony Burgess en la que ésta se inspiró, La naranja mecánica está considerada como un clásico moderno de la literatura y por méritos propios. Trata temas muy interesantes como el avance de la sociedad y los saltos generacionales, la violencia, los abusos de todos tipo y, como eje central, la libertad.

Lo más característico de esta novela es, sin duda, el lenguaje en el que Alex cuenta su historia. En ese futuro violento e inseguro en el que Anthony Burgess sitúa La naranja mecánica los jóvenes hablan en nadsat (adolescente). Es decir, utilizan palabras inventadas como drugo (amigo), crobo (sangre), joroschó (bueno), rabotar (trabajar) y muchas otras. En un principio puede resultar confuso y lioso el tener que consultar cada dos por tres el significado de estas palabras, pero pronto acabas acostumbrándote y reconociendo el sentido de las palabras sin tener que buscarlas.

En cuanto a la historia, está llena de violencia y Alex y sus amigos cometen actos realmente salvajes: palizas, robos, vejaciones e incluso violaciones; pero el autor tampoco se recrea demasiado en ello y consigue encontrar un equilibrio. Cuenta los crímenes que comete Alex porque es necesario para contar su historia, no se recrea en una sucesión de escenas violentas sin sentido que no harían más que llenar páginas sin aportar nada nuevo. Hay mucha violencia sí, pero no gratuita.

A pesar de lo muchísimo que me gustó La naranja mecánica, no es un libro que recomendaría a todo el mundo. La violencia que contiene puede no gustar a gente sensible con ese tema y el que la novela esté escrita en nadsat puede dificultar demasiado la lectura para otros y hacer que no la disfruten completamente pero, sinceramente, creo que merece la pena arriesgarse y darle una oportunidad. En mi caso, después de haber visto la película no las tenía todas conmigo y sin embargo se ha convertido en uno de mis libros favoritos.

Para acabar, he de decir que en un principio La naranja mecánica se publicó con veinte capítulos porque el editor decidió suprimir el número veintiuno. Durante mucho tiempo la edición americana dejaba fuera el último capítulo mientras que la inglesa sí lo incluía así que todavía hoy en día hay algunas ediciones que no están completas. El famoso capítulo veintiuno cambia por completo el final de la historia por lo que, dependiendo de la edición, el libro tiene dos finales distintos. Por lo que sé las ediciones en castellano incluyen el último capítulo, pero si finalmente decidís darle una oportunidad a La naranja mecánica tened esto en cuenta.