Seraphina - Rachel Hartman [Saga Seraphina #1]

Título original: Seraphina
Año: 2012
Editorial: Nocturna Ediciones

Traductor: Marta Torres Llopis
Páginas: 529
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Seraphina es una joven y talentosa música de la corte que guarda un oscuro secreto que puede llevarla a la muerte de ser descubierto. Por si fuera poco, el príncipe heredero es encontrado muerto, decapitado, y muchos culpan a los dragones con los que el reino vive en paz desde hace años. Seraphina consigue averiguar algo que puede ser de interés para la investigación, así que decide confiar en Lucian Kiggs, capitán de la guardia real, para que la ayude a confirmar si su teoría es cierta y evitar que estalle la guerra. Pero, ¿puede estar cerca de alguien tan perspicaz y seguir manteniendo su secreto oculto?

El mundo que crea Rachel Hartman es muy diferente a los que suelen aparecen en otras novelas de fantasía, y no me refiero a que sus dragones puedan adoptar forma humana y vivir entre humanos o a que lo racionalicen todo y se prohíban a sí mismos sentir. En este mundo la presencia de la religión esta muy presente en la vida de la gente, incluso se nota en la forma de hablar, y creo que eso hace que la ambientación del libro se identifique más con la Edad Media real. Y, la verdad, me parece todo un acierto. Además, los dragones poseen más conocimientos científicos que los humanos y poseen ciertos artefactos que podríamos equiparar con teléfonos o grabadoras y que dan a la novela un pequeño toque steampunk medieval.

En cuanto a los personajes, están bien trabajados y cada uno tiene su propia personalidad particular y su forma de ver y comprender el mundo que lo rodea. Seraphina es lista, culta y, aunque ella misma no lo crea, valiente; Lucian Kiggs es muy inteligente, noble y perspicaz; y la princesa, a quien Seraphina da clases de música, en un principio parece la típica princesita tonta y superficial que solo se preocupa por los bailes, pero realmente demuestra que sabe qué es lo realmente importante para su reino y, por tanto, para ella. Por otro lado tenemos a Orma, el preceptor de Seraphina desde que ésta era pequeña y que es un dragón en forma humana. A pesar de que los dragones no pueden sentir, desde el principio vemos como Orma muestra, a su particular manera, cierto cariño especial por Seraphina aunque esto le puede traer muchos problemas.

Seraphina es una novela muy bien escrita en la que incluso el vocabulario ayuda en la ambientación tan cuidada de la historia. Al comienzo resulta un libro un poco caótico ya que la autora habla de cosas propias de su mundo como si tú ya las conocieras, sin explicarlas demasiado, y es el lector el que tiene que deducir por el contexto a qué se refiere exactamente la autora. Este esfuerzo extra que se pide al lector no me molesta por sí mismo, pero sí creo que la autora ha abusado de este recurso. Las primeras páginas están llenas de casos así, y eso hace que la lectura se haga pesada y que no acabes de engancharte a la historia.

Como digo, me costó bastante adentrarme en la historia y simplemente me daba igual hacia dónde se desarrollara la trama, pero sí me estaban gustando mucho los personajes y la ambientación. Una vez consigues situarte en el mundo de Seraphina la cosa cambia, y realmente disfrutas la novela.

Otro punto que me gustó mucho fue el cómo la autora trata la trama amorosa de la novela. Sí hay una trama amorosa, pero tiene mucho menos peso y es mucho menos empalagosa de lo que podríamos pensar en un libro juvenil de estas características. La autora deja entrever lo que sienten los personajes en muchas escenas, pero sin decirlo abiertamente y eso, a mi modo de ver, es un plus.

En definitiva, Seraphina es la primera parte de una saga que continuaré. Un libro en el que te cuesta entrar pero que cuenta una historia interesante y tiene unos personajes y una ambientación muy bien trabajados.