Ana Karenina - Leo Tolstói

Título original: Ana Karenina
Año: 1877
Editorial: Austral

Traductor: ?
Páginas: 1007
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Ana Karenina es, junto a Guerra y paz y Crimen y castigo el clásico ruso por excelencia. Publicada por primera vez en 1877 nos habla de Ana, una mujer de buena posición, casada y con un hijo pequeño y cuyo mundo se trastoca en un viaje a Moscú donde conoce al joven Vronsky por el que enseguida siente una fuerte atracción.

Ana Karenina es una novela realista muy extensa y, por lo tanto, con un ritmo lento y pausado. El autor no se centra exclusivamente en la historia de Ana y Vronsky sino que amplía horizontes y nos permite conocer la sociedad rusa de la época, las diferentes tendencias políticas, las preocupaciones de los rusos según su posición social y los comportamientos tan distintos que la sociedad consideraba correctos según el lugar en el que se estuviera: una zona rural, Moscú o San Petersburgo.

Como ya he dicho, Tolstoi no se centra exclusivamente en el personaje de Ana y su historia sino que cuenta también la vida y las inquietudes de otras personas que la rodean, algunas de las cuales no tienen excesiva relación con ella. Así, en ocasiones da la sensación de estar leyendo dos novelas en lugar de una: la primera protagonizada por Ana y su adorado Vronsky y la segunda por Levin, un hombre sencillo que al inicio de la historia compite con Vronsky por el amor de una joven y virtuosa señorita. Ambas historias, por supuesto, tienen una estrecha relación y comparten "personajes secundarios".

Precisamente hablando de personajes, éstos me parecen uno de los mayores aciertos de la novela. Cada uno de ellos tiene una personalidad marcada y reconocible, pero también están llenos de contradicciones lo que los hace más reales. El propio Tolstoi reconoce que lo que buscaba con esta novela era retratar las constantes contradicciones del ser humano.

El único punto negativo que podría sacar a esta novela es la forma en la que el final está escrito. Pasan demasiadas páginas desde que se conoce el destino de Ana y Vronsky hasta que realmente acaba la obra ya que Tolstoi se centra más en Levin que, aunque me gusta más como personaje, no deja de ser un apoyo a la historia de Ana Karenina. Por algo la obra lleva su nombre.

En definitiva, Ana Karenina es una novela llena de detalles sutiles que al final acaban encajando perfectamente, que describe a la perfección la sociedad rusa del siglo XIX y que contiene cierta crítica hacia esa sociedad. Uno de esos libros que hay que leer en el momento adecuado y con la mente abierta y que es mucho más que una simple historia de pasión amorosa.